Más allá de la caída del Muro, la Perestroika, Gorbachov, el Vodka, o vaya a saber uno que, pero el solo hecho de tener que ir a vivir a Rusia, no deja de llamar la atención y genera un cuestionamiento a cualquier “hijo de vecino” que tenga que ir al país de Vladimir Putin.
Más allá que hoy en día las distancias son tan cortas como tiempo que le lleve a uno conectarse a internet uno no dejaría de evaluar la idea de tener que cruzar el mundo.
En el ámbito futbolístico, recién hace algunos años que se ve más común el considerar el medio ruso como objetivo para cualquier futbolista de estas latitudes.Uno de ellos fue Víctor Zurdo López, jugador que paseó su desbordes por el lado izquierdo de la cancha, no solo en Peñarol (donde comenzó), sino también por Argentina, y en el año 2003 en Rusia.
Dentro de todas las vicisitudes que uno pueda llegar a tener en cualquier país que no es el de uno, los rusos indirectamente lograron que dejara una de sus mayores costumbres.
• Yerba cotizada en bolsa
No inventamos nada nuevo si consideramos uruguayo a una persona que toma mate en cualquier parte del mundo.Es más, consideramos extraño conocer a un uruguayo que no toma mate.Pero lo del Zurdo fue razonable.Encontrar yerba no era nada fácil en Moscú (por obvias razones), pero consiguió.
Corría con la desventaja que la misma era de procedencia Argentina (quiénes conocen dicen que tiene mas palo que “tamboril en la calle Isla de Flores”), pero convengamos que estando en Rusia uno puede llegar a tomar yerba aunque sea de Afganistán.
El problema básicamente fue el costo, 600 pesos uruguayos, el medio kilo.Indudablemente que aunque a uno le aseguraren que era la que tomaba Artigas (y le cebaba Ansina) en el exilio paraguayo, jamás se podría justificar el pago de semejante cifra por solo 500 gramos.
• El triunvirato impensado: Lenin, Stalin y el payaso Ronald
No todas fueron “verdes” para Víctor en el peregrinaje por tierra moscovita.La ciudad de Moscú y más especialmente la Plaza Roja, fueron lugares donde quedó deslumbrado por todo su esplendor y por toda la historia que se “respira” en todos los rincones de esa gran ciudad
Ahí si, la globalización estaba a flor de piel, entre otras cosas, sus grandes shoppings.Pero los locales de comida rápida (la del payaso), le salvaron la mano y mas que nada añorados por sus dos pequeñas hijas.
jueves
Victor "Zurdo” López
"En el año 2003 en Rusia"
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