Luís "Lucho" Malvárez

Escuchar el nombre de Luís Malvárez, es relacionarlo en forma mas que rápida con aquel aguerrido lateral derecho de la década de los 80’s.Así también como hoy en día se asocia con el empresario deportivo, ese que no se “guarda nada” a la hora de verter una opinión o comentario de los temas más escabrosos en los que se mueve nuestro fútbol.
En nuestros pagos defendió los colores de Danubio, pero “La Argentina” fue el país que le brindo la oportunidad de jugar internacionalmente.
• Mi Buenos Aires querido
Cruzó el charco, allá por 1982, la ciudad de La Plata y más especialmente el famoso equipo de Estudiantes lo esperaba.La dupla Bilardo – Manera, quería a un “uruguayo” en sus filas.El Ingeniero Del Campo que presidía al equipo de Danubio, hizo las gestiones para que el Lucho llegara al conjunto “Pincharrata”.
Campeón en su primera temporada como así también la siguiente (1983), jugó con la blusa “rojiblanca” hasta finales de 1984.
• Que nadie se atreva a tocar a mi vieja
Es conocido que los argentinos son mucho de utilizar el clásico “chamullo” o del lunfardo tanguero para comunicarse entre ellos, pero cuando le toca a un extranjero, esto puede llegar a generar algún inconveniente.
Para Malvares, el porteño es mucho de “irse” de boca, pero no de “irse” a las manos.En un de las primeras prácticas en el conjunto platense, el hoy técnico de Velez Sárfield (Miguel Ángel Russo), le recriminó un pase, y no alcanzó con esto que lo “acompaño” con una agresión verbal para con la madre de este.
Como se dice en el barrio “con todos menos con mi vieja”, el Lucho paró el entrenamiento, pelota bajo el brazo, le pidió una explicación a su compañero por dicho improperio y como no obtuvo una respuesta acorde, no le tembló el pulso para propinarle una trompada.
Bilardo que de vestuario y trato con equipos sabe y mucho, los encerró a ambos jugadores en la habitación correspondiente a los técnicos para que se “descargaran”.El zaguero Miguel Russo optó por un pacto de paz y asunto terminado.
• Tinelli como hincha
El conjunto azulgrana de San Lorenzo fue el segundo equipo que defendió, cinco fueron las temporadas en los de Boedo (desde el 1985 a 1990).
Fue vistiendo esta camiseta donde tuvo a su mayor rival dentro de una cancha de fútbol.El puntero zurdo de Independiente (Alfaro Moreno), era junto a nuestro compatriota, protagonista de la esperada “batalla” cuando se median frente a frente.Se mancomunaba la garra y la maña de nuestro lateral con la habilidad y destreza del jugador de Avellaneda.
Estando un quinquenio en el equipo, lo llevó a ser uno de los dos uruguayos que más tiempo defendió a “los cuervos” en toda su historia.
• Hasta aquí llegó mi amor
Previo paso por Argentinos Juniors, corría el año 1991, cuando en Gimnasia Esgrima de La Plata (el otro equipo grande de la ciudad de las diagonales junto con Estudiantes), fue donde se despidió como jugador de fútbol.
En todos los equipos, los mas experientes son los que “pelean” los pagos y adeudos con el plantel.Ante la negativa de un dirigente, se sacó la camiseta, se la tiró encima y dijo “No juego más”.
Dentro de las canchas será recordado mas allá de su “agresividad” como marcador lateral (llegó a recibir el mote de “rompe tobillos”) sino también por su capacidad para “salir jugando” luego de recuperar la pelota.