Se estaba por disputar la Final de la Copa del Mundo de 1934 en tierras italianas, “iL Duce” fue a visitar a su selección antes que se jugase el partido decisivo ante el combinado de Checoslovaquia.
Cuenta la historia que Mussolini tuvo unas palabras por demás “motivadoras” para los suyos:
“Señores, si los checos son correctos, nosotros somos correctos, eso ante todo. Pero si nos quieren ganar de prepotentes, el italiano debe dar un trancazo y el adversario caer, buena suerte, ganen, si no,”crash”,(cortar cabeza)
“Señores, si los checos son correctos, nosotros somos correctos, eso ante todo. Pero si nos quieren ganar de prepotentes, el italiano debe dar un trancazo y el adversario caer, buena suerte, ganen, si no,”crash”,(cortar cabeza)
También se ha manejado que el Director Técnico Vittorio Pozzo recibió a un emisario del “Hombre Fuerte” italiano con un “agradable” mensaje:
“Usted es el único responsable del éxito, pero que Dios lo ayude si llega a fracasar”
“Usted es el único responsable del éxito, pero que Dios lo ayude si llega a fracasar”
A su vez las declaraciones del jugador argentino, Luis Monti fueron elocuentes (jugó con la albiceleste la final de 1930 en Montevideo ante Uruguay y luego de nacionalizarse lo hizo para Italia en 1934).
«En 1930, en Uruguay, me querían matar si ganaba, y en Italia, cuatro años más tarde, si perdía».
Para suerte de los italianos, la final la ganó el equipo local por 2 a 1, pero sudaron “tinta” ya que los checoslovacos comenzaron ganando cuando no faltaba mucho para la finalización del encuentro.
Goles: Antonín Puc, a los 76’ (Checoslovaquia). Raimundo Orsi, a los 81’; y Angelo Schiavio, a los 95’, en el tiempo extra (Italia).
Juan Pablo Taborda
@jptaborda74
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Fuente: www.nacion.com
univision.com
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Foto: elpaisdelasamapolas.blogspot.com/
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