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De Tribunas & Pantallas


Hay pasiones, recuerdos y experiencias que se mezclan y en esa unión crean nuevos acontecimientos imaginarios increíbles, experiencias casi vividas, maravillosas e inolvidables… en mí esto se produce a partir de dos pasiones que siento de la misma manera: el deporte y el cine.
Les propongo entonces un texto único, un relato singular, que sea un viaje por aquellas películas inolvidables que reflejaron en sus imágenes lo mejor y lo peor del deporte, y que sea también una nueva mirada a aquellos acontecimientos deportivos que fueron también grandes historias para ser contadas quizás en la gran pantalla… para sorprendernos, emocionarnos, divertirnos…
Juan Pablo Taborda

“1976: Rocky Balboa y Defensor, un mismo destino”

El año 1976 fue para Silvester Stallone lo mismo que para Defensor (en ese año Club Atlético Defensor).

Don Stallone hoy reconocido por Rocky fue el que escribió y protagonizó el comienzo de la saga cinematográfica que continua hasta hoy. Con una pequeña gran historia, y poco dinero obtuvo la gloria en el cine de Hollywood: Oscar de la Academia (Mejor Película, Mejor Montaje, Mejor Director).

Casi al mismo tiempo que Balboa, Defensor, la viola del Parque Rodó, , con la humildad y grandeza de su Presidente Julio César Franzini, la conducción técnica del Profesor De León y el brillante desempeño de sus futbolistas lograron quebrar la historia del fútbol uruguayo y ser la renovación, el mojón del cambio del máximo deporte compatriota.

Rocky era un italo americano oriundo de Filadelfia en Pensylvania, de condición modesta, que vivía de un sueldo como matón, con características de un ex buen boxeador. Hablaba de forma particular, recordando a Brando en Nido de Ratas, pero esa es otra historia.

Defensor era y es bien uruguayo. Su nombre inicial fue “Defensores de la Huelga” oriundo de Punta Carretas comenzó a razón de los pibes y trabajadores de la fábrica de vidrio ubicada en dicho barrio.

En ese año de 1976, tanto Rocky como La Viola, sin querer, comenzaron a tomar protagonismo de a poco y casi sin darse cuenta.

El corpulento Balboa que entrenaba en un gimnasio con el gran actor Burguess Meredith se enteró que Apolo Creed el campeón del mundo de los pesos pesados se había quedado sin contrincante y no encontraba rival que se atreviera a enfrentarlo.

Faltando solamente seis semanas para la fecha del combate el Moreno Creed no decidió buscar a un desconocido que quisiera enfrentarlo solamente por el dinero y observando peleas, le hace la propuesta a Rocky Balboa.

Defensor comenzó el campeonato como uno más, uno más entre los “chicos” que enfrentaban el poderío de los “grandes”, Nacional y Peñarol. Hasta que los resultados empezaron a reflejarlo como el protagonista exclusivo del torneo. De chico casi nada.

Rocky comenzó su pelea final con Apolo como un pugilista más. Si bien entrenado, en decadencia. Los espectadores solo esperaban el KO que pondría todo en su debido lugar.

Defensor al paso de las fechas como Rocky a paso de los round, sorprendían a propios y extraños, generando estupor en la afición que miraban con otros ojos, con esa mezcla de sorpresa conjugada con admiración.

Tanto el Philadelphia Spectrum como el Estadio Luís Franzini fueron los “coliseos visuales” de ambas gestas, una el 1 de Enero y la otra el 25 de Julio.

El retador luchando en los quince rounds, como Defensor en las veintidós fechas, se enmarcaron en la consigna de llegar al sitial reservado para los elegidos.

Rocky se puso el traje de campeón, sorteando con golpes y fintas, transformándose en protagonista como también lo hizo Defensor, peleándole y superando a los equipos grandes, el destino se encapricho con Rentistas para que este tuviera el co-protagonismo en la última batalla disputada aquella gélida tarde de invierno montevideano (triunfo violeta por 2 a 1).

El campeón del Mundo Apolo Creed tambaleaba, de la misma forma que hizo Defensor con la historia.

Nacional y Peñarol acostumbrados a finalizar los torneos con la vuelta olímpica, se tuvieron que conformar mirando de atrás al nuevo y extraño campeón.

Apolo acostumbrado a tener que inclinar su cabeza hacia abajo para mirar a su oponente en suerte sobre la lona, tuvo que mirar de frente a su nuevo rival a pesar de haber ganado por puntos.

En 1976, uno en la ficción, otro en la realidad, supieron quebrar la historia de la cinematografía y el deporte, ya nada sería lo mismo.

“Tarzán Olímpico”

Luego de disputados los recientes Juegos Olímpicos de Beijing indudablemente quedara para la historia las ocho medallas doradas logradas en la natación por el estadounidense Michael Phelps (entre otros acontecimientos por demás importantes).
A lo largo de la historia del séptimo arte ha tenido la participación de un también múltiple galardonado nadador olímpico tanto con preseas doradas como una de bronce, el deportista en cuestión fue nada más y nada menos que el más famoso Tarzán, Johnny Weissmuller Kersch

Sin lugar a dudas el nativo de Rumania (luego afincado en Estados Unidos, compitió representando a ese país)fue de los mejores nadadores de la historia, tomando máximo auge en la década del 20 cuando en los Juegos Olímpicos de París 1924 consiguió ser primero en 100 metros libres, 400 metros libres y relevos 4 x 200 metros libres, mientras que en los Juegos de Ámsterdam 1928 se colgó la principal medalla en su cuello por haber ganado las competencias en 100 metros libres y relevos 4 x 200 libres, también obtiene una medalla de bronce por equipos en waterpolo, sumados a los 52 campeonatos nacionales en los Estados Unidos y los 67 records mundiales.
Fue el primer hombre en nadar los 100 metros libres en menos de 60 segundos.

Sus espectaculares condiciones deportivas lo llevaron a firmaron contratos con empresas con la cuales realizaba giras por los Estados Unidos haciendo exhibiciones de natación como así también pequeñas participaciones en algunas películas.
Pero fue el año 1932 cuando el cine se cruzó definitivamente por su vida, ya que firma contrato con la Metro Goldwyn – Mayer para hacer el papel de “Tarzán de los Monos”, película dirigida por W.S. Van Dyke y escrita por Edgar Rice Burroughs.
La más famosa historia de todas las versiones que se han hecho sobre el famoso “Hombre de la Selva” tuvo un espectacular éxito de público.


Weissmuller o más conocido como Tarzán y sus gritos selváticos con los que lograba la comunicación con los animales (independientemente que la famosa exclamación no era obra de Johnny sino de los estudios de grabación), filmó más de una docena de películas relacionadas con Tarzán.

Indudablemente sus dotes espectaculares de nadador llevaron que ése papel le quedara como “piscina” al dedo y que el público lo recordará por siempre como el mejor “Hombre Mono” entre los más de veinte actores que interpretaron ese papel entre el cine y la televisión
Vale también el reconocimiento a la famosa mona Chita, que en realidad era del sexo opuesto.

El hombre de las grandes brazadas como de sus saltos entre las lianas, los impulsos desde los cubos de las piscinas, como el grito y el cuchillo aprisionados por los dientes, se apagó el 20 de Enero de 1984 en la ciudad de Acapulco (México), dando paso a la leyenda del “Tarzán Olímpico”.